martes, 24 de agosto de 2010

La responsabilidad de los docentes y la escuela en el ejercicio del derecho a leer

Trabajar antes, durante y después de la lectura
La escuela, cuando de lectura y promoción de lectura se trata, tiene que propiciar que los chicos comiencen a adquirir un comportamiento lector, que será muy posiblemente lo que dará la forma inicial a lo que será luego su comportamiento lector en la vida.
Ya sabemos que leer no  se hace letra a letra ni palabra a palabra, sino interrogando al leguaje escrito con objetivos reales para comprender su sentido; leer es un proceso que comienza con la forma gráfica de un texto, un trabajo intelectual, el lector utiliza estrategias sobre la base de los conocimientos que posee.
Entonces: no alcanza con propiciar el contacto con distintos tipos de texto.
La escuela tiene que trabajar antes, durante y después de la lectura. Para ello, los docentes y bibliotecarios somos quienes tenemos la responsabilidad de profundizar nuestros conocimientos acerca de los distintos tipos de texto y acerca del proceso de la lectura para poder orientar exitosamente el trabajo con los niños.
Para lograr que nuestro trabajo de promoción de lectura sea efectivo deberíamos tener en cuenta algunas pautas básicas de trabajo:
• Para crear el hábito de la lectura es necesario que el alumno llegue a sentir que leer es algo cotidiano.
• Despertar el interés del lector a través de  la selección de lecturas para potenciar un mejor diálogo con dicha práctica.
• Permitir y promover la expresión individual de opiniones y sensaciones respecto de los textos, brindando espacio y tiempo para dicha actividad, respetando los diferentes puntos de vista y  enriqueciéndonos mutuamente con los comentarios de todos los participantes.
• Crear espacios donde el docente y/o el bibliotecario les lea a los niños un cuento, una crónica, una nota editorial, un texto científico, etc. Ante esta instancia, el docente y/o el bibliotecario no se puede "olvidar" de realizar una lectura previa del material; también será fundamental que elija algo que realmente le guste, pues es necesario que transmita su placer por lo que lee.
• Fomentar el comentario oral de las lecturas que el niño haya realizado en su hogar y en otras oportunidades.
• Elegir lecturas diferentes y/o sugerir que los niños aporten material de lectura para leer, por el sólo hecho de leer, leer por placer, no esperando cumplimentar actividad alguna.  Esto puede realizarse tanto en la lectura en voz alta como a través de la lectura silenciosa; si se tratara del segundo caso, el bibliotecario, mientras los niños leen, también debe leer su libro, demostrando así que es un espacio donde cada uno lee su propio libro porque todos tienen el mismo objetivo: “disfrutar de la lectura”.
• Compartir la lectura de un texto con otros.
• Compartir con otros el efecto que una obra literaria produce.
• Confrontar interpretaciones de un texto literario.
• Intercambiar información con otros acerca del autor de la obra y del contexto en que se produjo.
• Recomendar la lectura de una obra fundamentando la opinión.
• Seleccionar una obra tomando en cuenta las recomendaciones de otros y solicitar recomendaciones para seleccionar lo que se va a leer.
• Leer la contratapa para decidir si se elegirá o no el libro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario